Me gustas.

Me gustas tú. Me gustan tus labios, me gusta cómo me besas, como te muerdes los labios cuando no sabes que decir, y como me los muerdes mí. Me gusta cómo te rascas la barbilla cuando buscas una solución. Me gusta tu nariz redonda que se mueve cada vez que me sonríes. Me gustan tus ojos rasgados color miel, son tan brillantes que me parecen transparentes. Me gusta la forma de tu cara, tus mejillas, tu cabello marrón rizado; que cuando se te moja en la piscina y se te mete todo en la cara te tapa los ojos y entonces te quejas porque no me puedes ver bien. Me gustan tus pecas, que forman la constelación más preciosa que he visto, en tu espalda. Me gusta tu forma de reír, tu sonrisa, aunque tú siempre digas que no es perfecta, para mí lo es. Me gustan tus brazos fuertes, tus piernas, tu cuerpo atlético, aunque estés delgado para mí eres perfecto. Me gustan tus manos, tus dedos, como me tocas, como me haces cosquillas, como me abrazas. Me gusta cuando estamos juntos y me buscas pellizcándome o haciéndome caricias con tus manos y acabábamos haciendo manitas. Me gusta escuchar los latidos de tu corazón y hacer que vayan más rápido. Cuando me besas inesperadamente. Me gusta estar contigo, hacer locura los dos juntos, pasar las noches de verano abrazados. Me gusta cuando me abrazas tan fuerte que no puedo respirar, me gusta cuando juegas conmigo y me haces cosquillas porque tienes ganas de bajar más tus dedos cuando son en mi vientre y seguir jugando. Me gusta hacerte besos por todo el cuerpo y terminar donde sólo tú y yo sabemos. Me gusta que me hagas besos en el cuello jugando como si fuéramos dos niños. Me gusta meterme contigo cuando salimos y decirte que vistes fatal, pero ya sabes que realmente no es así. Me gusta tu ropa, tus pantalones ajustados y tus camisas, me gusta sacártela. Me gusta tu olor, tu perfume. Me gusta cómo me siento a tu lado, pero sobre todo, me gustas tú.